• Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación ADE

El gobierno del Estado de Palestina, por intermedio de su Embajada en Colombia, quiere transmitir su más profunda preocupación ante el gobierno israelí juramentado el día de hoy.

Bien es conocido por la comunidad internacional el desprecio de Benjamín Netanyahu por los valores occidentales de civilidad, representados en el ordenamiento internacional, la Corte Penal Internacional y el sistema de las Naciones Unidas. Netanyahu ha querido silenciar a la CPI, ha criticado la legitimidad de la Asamblea General -a quien de paso ha acusado de antisemita- y animando a desconocer decenas de resoluciones tanto del Consejo de Seguridad, el Consejo de Derechos Humanos, la Asamblea General.

Adicionalmente, vale la pena recordar la responsabilidad de Netanyahu en diferentes crímenes de guerra contra Palestinos, que hoy mismo lo tienen como presunto responsable en las investigaciones que adelanta la Corte Penal Internacional.

El actual gobierno israelí es una mezcla de visiones racistas, supremacistas y fundamentalistas religiosas que se basan en el odio a los palestinos y llaman a su aniquilación. Itamar Ben Gvir, el próximo ministro encargado de liderar las fuerzas israelíes de ocupación en Cisjordanía y Jerusalén Este, es un colono judío fundamentalista que ha liderado manifestaciones de odio contra palestinos, que hace llamados a robar tierras palestinas y cuya bancada parlamentaria está tramitando actualmente un proyecto para “legalizar” la pena de muerte de palestinos. Bezalel Smotrich, otro de los próximos ministros de Netanyahu y futuro responsable de cruces fronterizos y de los check points israelíes dentro de Palestina, es un reconocido fundamentalista quien militó en el pasado en agrupaciones terroristas de Israel, llegando a declararse seguidor de Baruch Goldstein, quien en 1994 asesinó a tiros a una treintena de palestinos al interior de la mezquita de Hebrón.

Otro factor de relevancia es que Netanyahu usará su poder como Primer Ministro para desviar las investigaciones que actualmente adelantan instancias israelíes en su contra. Para ello no dudará en utilizar la sangre palestina como medida populista en su criminal carrera para mantenerse en el poder.

Por ello, es que desde ya, Netanyahu ha anunciado su interés por ampliar drásticamente los asentamientos israelíes a “todas las áreas de Israel, incluyendo Judea y Samaría (Cisjordania)”.

Ante este oscuro panorama, hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional para que tome medidas drásticas frente a este gobierno radical, racista, fundamentalista, antioccidental y criminal, no solo para defender los derechos de los palestinos -quienes se preparan para uno de los episodios más oscuros del odio israelí y su ocupación de Palestina- sino también para mantener la paz mundial.

Bogotá, diciembre 29 de 2022

 

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